Toda persona que
quiera emprender tiene que empezar a encontrar una idea central de negocio que
contenga la esencia del caso y conduzca hacia el resultado deseado. Esta
primera idea de negocio le proporcionará una base
al emprendedor, que a su vez le brindará la oportunidad de
contextualizar y transmitir el mensaje
general para sus clientes finales.
Para dilucidar como se debe presentar los argumentos, necesitará un plan de negocio coherente con un buen esquema y modelo de negocio y sobre todo tendrá que evitar saltar de unas cosa a otras sin orden ni concierto. La labor de todo emprendedor consiste en organizar toda la información que vaya recabando de forma que le resulte accesible y clara en el plan de negocio.
Una idea de negocio eficaz debe
proporcionar un punto de vista cómodo desde el cual el emprendedor pueda presentar las pruebas y el asesor o tutor pueda
escuchar y valorarlas.
Una buena idea de
negocio debe de ser fácil de recordar, apelar al sentido común, estar en
concordancia con las pruebas y ajustarse al concepto de empresa. Toda
insistencia en la importancia de establecer una idea de negocio convincente
será siempre poca.
Una o dos líneas pueden contener la idea central del negocio. A modo de ejemplo
señalar que los emprendedores del sector de la publicidad saben cómo captar la esencia o
el concepto de un producto en una frase. Eslóganes como “Hoy te mereces un
descanso”, “¿Dónde está la carne?” se han convertido en Estados Unidos en
mantra nacional. ¿Por qué? porque son frasespegadizas, fáciles de entender y con mensaje.
Encontrar una idea con posibilidades de convertirse en realidad será el primer reto de todo emprendedor y también la primera preocupación.
Acertar con la opción adecuada no es fácil, no depende de la suerte, ni su
elección puede ser fruto de un juego, sino de la búsqueda de oportunidades en nuestro entorno y más allá de él.
La elección acertada
requerirá de mucha observación, buscar información y experiencias,
hablar con unos y otros, introducirnos en el sector (como potenciales clientes
y como posibles proveedores) utilizar la empatía, echar las primeras cuentas,
tantear si somos o no capaces,… un proceso en el cual también tendremos
que desechar muchas ideas no factibles o inviables para nosotros.
La idea de negocio de un
emprendedor, surge o evoluciona en función de
una serie de factores tanto
personales como del entorno, para esto te puedes ayudar haciendo una lista de
temas o sectores que te atraigan, y estudiar su problemas.
1. La idea ha de solucionar un problema o mejorar en algún aspecto una solución que ya
exista.
2. Además debe haber
alguien dispuesto a pagar o entregar algo a cambio por acceder a la solución del
problema.
3. Parte de hacer una lista de problemas que
hayas observado en los distintos entornos donde desarrollas tu vida e imagina
posibles soluciones.
4. A continuación haz
una lista de los sectores o actividades que te atraen a nivel personal, piensa
en cosas que te puedan llegar a apasionar.
5. Por último,
confecciona otra lista con todas aquellas habilidades que tú tienes,
es decir cosas que se te dan bien y te gusta hacer.
6. Busca zonas comunes entre las listas e identifica el tipo de negocio que te
gustaría crear
7. Las soluciones han de
ser realistas y alcanzables con
recursos limitados, y a poder ser aplica conocimientos o
habilidades que tu ya tengas o sepas como conseguirlas.
8. Comenta con amigos y conocidos tu idea, pregúntales su opinión sobre
la misma.
9. Vuelve a empezar el proceso tantas
veces como sea necesario.
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