Tres son los
primeros pasos que puedes dar para lograr este objetivo.
Ten
en cuenta que no debes ser drástico, eliminando
multitud de gastos de golpe, al final, volverás a caer en todos ellos y puede
que en alguno más.
Es necesario ir
poco a poco.
1º.
Coge todas tus facturas y gastos que hayas
tenido durante el último mes. Agrúpalas por tipo de gastos, por ejemplo,
alimentación, hogar, alquiler/hipoteca, etc.
Observa que gastos
te son prescindibles, es decir, aquellos con los que puedes vivir sin ellos sin
problemas. Presta especial atención a las suscripciones mensuales, ya sea a
revistas, coleccionables, juegos, etc. suelen ser un sumidero de dinero, realmente
innecesario.
2º.
Anota todos los gastos que tengas. Hazlo durante un
tiempo, una semana está bien aunque lo ideal sería un mes. Uno a uno, aunque
sean muy pequeños o muy grandes. Todos los gastos.
El simple hecho de
apuntarlos ya te hará tener más cuidado, e incluso evitarás completamente esos
gastos innecesarios.
3º. Examina tus rutinas diarias. Cuidado
con las rutinas que te provocan gastos, como tomar café en el bar o comer fuera
todos los días. Pregúntate si puedes cambiar esas rutinas, por ejemplo, tomando
el café en la oficina o llevando comida preparada.
Lo que debes
buscar con estas medidas, son aquellos gastos innecesarios que son una rutina
para ti pero que te costará muy poco cambiar. De esta forma lograrás tener un
saldo positivo entre los ingresos y los gastos, de una forma muy sencilla y sin
prácticamente esfuerzo.
Se puede hacer
mucho más, esto es solo el inicio. Pero antes de correr hay que aprender a
andar, así que no intentes ir muy deprisa.
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